samedi 15 novembre 2008

Una noche de luna viva... El cielo despejado... Las estrellas reveladas...

Una noche de luna viva en la que difícilmente salgo de mi madriguera... Tengo que ir... Lo sé... Ya lo había prevenido, no debí haber abierto la boca.

Estoy cansado, aburrido... Soy víctima de la confusión: Todo ha sido tan repentino... En un 'abrir de ojos' me di cuenta que estaba cautivo en ella, sí, ella, esa serpiente emplumada que todo consume. Ahora me quiero escapar de sus anillos rosa, no los deseo más. No deseo ni por un sólo instante más sus cadenas. ¡No! Esta bendita soledad ha sido la causante de tal luz... Quiero el alma de tal serpiente, quiero vivir con ella, sólo con ella. Sus espléndidas escamas me importan muy poco ya. 

Tan fuerte ha sido su influencia en mí que, disfrazada de agua, me tenía hechizado... Me subí en un bote y desde allí pescaba. Tantos peces había, tantos... Todos buscando ser esclavos de otros, todos siendo sus eternos buscadores, todos perdiendo sus aletas en la boca de ese alguien...

Solo, abandonado, deforme en un principio, brillante después... Tal era yo, gato pescador sentado en una nave...

La marea, transformada en necesidad, me llevaba más adentro. Me hizo explorar paisajes de todo tipo. Arenas cambiantes de color al ritmo de un corazón desesperado y triste... Cómo soñaba con él... Cómo soñaba con ese otro, vestido de oro y plata. Ese ser mágico que me vería tal cual soy, que me amaría... Qué buen adepto fui...

En verdad quizás aún sea su sirviente, no lo sé. Esta pendeja tiene la costumbre de transformarse en lo que sea. Así de fuerte es, así de talentosa y voluptuosa... Tan provocativa, tan inocente. Tan sabia, tan estúpida.

¡Qué tipo de dicotomías son las que me abrazan!

El cielo despejado me abrió la vista. ¡Já! Te pillé con las manos en la masa. ¡Pillada pillada! Ahora soy libre, salgo y entro de ti... Te uso a mi forma, tal cual lo desee... Ahí estás. Ahora juego a tu mismo nivel. De títere a titerero. Creo que veo con tus ojos. No te entiendo.

Sigo pescando, pero de otra forma. Disfruto más de mis tretas, les pongo más cuidado. ¡Cómo son de juguetonas y divertidas!

Qué buenas viandas que he olido... Cuántos tipos de sangre marina he visto... Cada una tan única, tan diferente. Soy feliz sintiéndola entre mis garras peludas. Qué delicia...

La noche me promete más estrellas...

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